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Natural de Iquitos. Ingeniero Civil de profesión y curioso de vocación. Soy un lector compulsivo y apasionado por las personas.

jueves, 14 de abril de 2011

¡NO TOQUES A MI HIJO!

Entramos de lleno a la Segunda Vuelta, las fichas han comenzado a moverse y nos han deparado más de una sorpresa que afectó hasta a la gente menos pensada, sino pregúntenle a Carlos Raffo, Martha Chávez, Tapia

Muy aparte de lo que vienen preparando O. Humala y K. Fujimori para atraer los votos que les hacen falta para lo victoria definitiva este 5 de junio, hemos podido ver a dos de los principales personajes de la Primera Vuelta en extrañas conversaciones, si hasta pareciera que fueron ellos los que ganaron el pasado 10 de abril, me refiero a Pedro Pablo Kuczynski y Alejandro Toledo , ambos encarnizados contendientes parecen estar dispuestos a seguir con la lucha, y han comenzado coquet… perdón, conversaciones con facciones opuestas, cualquiera pensaría que dada su trayectoria eminentemente democrática y sus coincidencia en materia política se pondrían de acuerdo en a quien apoyar o a quien no hacerlo, de hecho quizá lo correcto fuera que se abstuvieran de mostrar apoyo alguno a las dos candidaturas, después de todo representan valores que ellos duramente criticaron a lo lago de la primera vuelta, en especial Toledo, y estos movimientos sólo pueden servir para quemarlos políticamente, sin embargo alguna poderosa razón parece estarles impulsando a correr el riesgo, y es que a pesar de lo opuesto de sus acciones, en ambos casos la razón es la misma aunque en diferente aspecto, quieren proteger a su hijo, o más correctamente su legado.

Alejandro Toledo, debido al hecho de haber liderado la lucha contra Alberto Fujimori, en la recordada Marcha de Los 4 Suyos y demás, allá por la época del escándalo de los vladivideos, mucha gente lo recuerda como el Paladín de la Democracia y él ha tratado de asegurarse que se lo siga recordando así, pero si los Fujimori regresan al poder, todo su trabajo se irá al tacho, nadie lo recordará más por su logro, porque ese logro dejará de existir ipso facto, es por ello que pese a que él mismo considera a Humala un salto al vacío y una opción aún peor que Keiko, ha insinuado la posibilidad de apoyarlo, no importa si, al llegar al poder, destroza la economía y/o instaura una dictadura peor que la de Alberto, de eso ya se encargará alguien más, lo único que acá importa es mantener vivo su legado.

Pedro Pablo Kuczynski, está en idéntica situación que Toledo, de hecho quizá le afecte más, a sus 73 años todo lo que le queda es su legado, y en su caso no es la democracia, claro es un demócrata, eso nadie lo duda, pero antes que demócrata es un técnico y entiende de números más que de personas, pero no cualquier técnico, sino el que estabilizó la economía del país, y así es como se le recuerda, aunque le pese a Toledo, por ende la sola idea de que Humala venga y destroce todo su trabajo le resulta insoportable, inadmisible casi, casi una blasfemia, el fabuloso crecimiento sostenido del Perú es obra suya, así lo siente, y está dispuesto a defenderlo con uñas y dientes, ¿Fujimori arrastra un legado de corrupción? ¿Y qué? Humala tampoco es un santo, mientras no arruine su obra, no importa, es por eso que anda de acá para allá con su ya famoso pacto.

Quiero aclarar que no los estoy criticando, no del todo al menos, sólo estipulo una teoría sobre sus razones, las cuales podría incluso comprender, total, cuando todo está perdido, por qué no salvar al menos lo mínimo que se pueda, y en el caso de estos otrora colaboradores y luego adversarios políticos, lo mínimo que tratan de salvar es su legado, lo que suceda después carece ya de importancia, siempre que nadie toque a sus respectivos hijos.

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